La pizarra es una piedra natural dura y compacta pero porosa, que posee colores que pasan del gris medio a oscuro, negro o verde. Su brillo es opaco y satinado y se caracteriza por su impermeabilidad, su división en finas láminas, resistencia y durabilidad.

• Limpiar en seco los residuos de polvo presentes en la superficie de la pizarra. Emplear un trapo suave o un cepillo con cerdas suaves que no sean metálicas y evitar movimientos fuertes que puedan ocasionar rayaduras.
• Mojar o humedecer un trapo o mopa suave, debe de estar limpio y libre de aceites, y limpiar la superficie. Retirar el exceso de humedad con un trapo o mopa seca.
• Para eliminar manchas en una zona específica, se puede aplicar una mezcla de agua y jabón con PH neutro.
• Evitar poner objetos calientes directos en la pizarra, en su lugar, utilizar paños o bases para depositar encima los objetos calientes.
  Evitar exponer la piedra a grasas y aceites, este tipo de sustancias pueden penetrar en la superficie porosa y causar manchas difíciles de quitar.
• No usar cloro o lejía, ya que pueden decolorar la piedra, dañando su tono oscuro característico. Tampoco usar vinagre o químicos con base aceitosa.